Alguna vez estuve en una conferencia donde el conferencista parecía tener todas las respuestas. Miraba a mi alrededor y observaba las personas conectadas y asintiendo con su cabeza, identificados con el mensaje. Tuve la oportunidad de preguntarle: ¿Cómo lograba conectarse con cada uno de ellos? ¿Cómo llegaba al corazón de cientos de personas, como si tuviera una conversación privada con cada uno?. Me contestó: “Si te das cuenta, no les estaba diciendo lo que deben hacer, les estaba compartiendo lo que hice o lo que pienso hacer”. “Solo les dí mi testimonio, lo demás es por cuenta de cada uno ellos”.
Es por eso que hoy te comparto mi testimonio. Cuando tenía 18 años, tuve un accidente automovilístico, estuve inconsciente y tuve una experiencia espectacular. Sentí que era el final de mi vida; se pasó todo lo que había vivido en frente mío y cuando desperté, con la sensación de una segunda oportunidad, entendí que a la vida venimos básicamente a: disfrutar, aprender y amar. Decidí honrar ese aprendizaje viviendo un día a la vez, aprendiendo con consciencia y amando sin medida. No ha sido fácil. Estamos llenos de distractores, pero no hay lugar a excusas cuando se trata de vivir.
Hoy estaba buscando referencias que me apoyaran en esta explicación y me encontré una frase que resume mi hallazgo y la definición de aprendiz perpetuo o lifelong learner:
Me di cuenta que vivir y aprender van de la mano. No se separan nunca. San Agustín dijo: “Fallor Ergo Sum” / “Me equivoco, luego existo”. Con la conciencia del error viene el aprendizaje. El error viene del intento; solo se equivoca quien intenta. Quien intenta muchas veces se vuelve experto. Los expertos son el camino para los valientes que están llamados a cruzar la siguiente frontera.
De eso se trata ser Lifelong Learner / Aprendiz Perpetuo. De mantener viva la llama del apetito por conocer, de experimentar y de guiar con amor a otros. En mi opinión, debería ser la definición de lo que nos hace humanos. Solo los humanos tenemos la capacidad de imaginar un mundo que no existe y somos capaces de hacerlo realidad. Solo los humanos imaginamos desenlaces o metas “claras”, que no se llegan a dar; y nos adaptamos, aprendemos a vivir “la nueva realidad”, la realidad inesperada. Solo los humanos creemos apasionadamente y luego aceptamos que estuvimos equivocados, para luego creer apasionadamente la “nueva verdad”.
Nuestra vida gira alrededor de lo que aprendemos, desaprendemos y creemos. Es nuestro continuo e infinito caminar por el conocimiento lo que nos hace quienes somos.
Pero aprender solos no tiene gracia. Necesitamos una comunidad donde podamos “conversar” nuestros hallazgos y donde pongamos al servicio de otros nuestras experticias (amar sin medida). Viajamos en grupo.
En el mundo que vivimos hoy, ya no basta con que mostremos los certificados de nuestra educación estructurada: formal e informal. Necesitamos contarle a nuestra comunidad, nuestros aprendizajes inesperados y los intencionales, aunque sean hallazgos de la caminata matutina. Nuestro mundo necesita saber quienes somos, es decir que sabemos / conocemos, con una mirada de 360º. La siguiente frontera es más desafiante siempre. Ser lifelong learner, se trata de pasar la “posta” a la siguiente generación, habiendo corrido la mejora carrera, rompiendo el record.
Ya eres lifelong learner, aquí solo debes registrar tus aprendizajes: Formal e Informal, Intencional e Inesperado; para que tu comunidad de aprendizaje, tu Learning Organization de desarrolle y fortalezca. Es así de fácil.